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Sobre el libro: Angustia ante la muerte. Aportes para la clínica existencial.

Actualizado: 9 may 2020


Resúmen

Según Thomas (2017), la muerte es un acontecimiento universal irrecusable, algo de lo quepodemos estar seguros que sucederá aunque ignoremos el día, la hora y cómo nos ocurrirá. El mismo autor, tomando la filosofía de Heidegger dirá que cada hombre conoce de antemano su desenlace fatal, al punto de ser el ser humano, un ser-para-la-muerte. Civilizaciones arcaicas desde hace tiempo, sostenían una idea que la ciencias biológicas confirmaron posteriormente, a saber, que la muerte es lo que permite la supervivencia cotidiana de una especie, asegurando posibilidades de cambio.

A pesar de ello, el hombre a tomado una actitud paradójica en cuanto a este tema desde hace ya miles de años: la de evadirse y negar este evento final, adoptando actitudes evasivas y de rechazo. Si se toma como referencia de búsqueda una de las primeras epopeyas sumerias, se ve ya en el poema de la odisea de Gilgamesh la referencia a un deseo de inmortalidad y la angustia ante la conciencia de la propia muerte hace ya más de 4500 años (Poema de Guilgamesh, 2019). Los mortales, dirá Thomas (2017), se preocupan tanto de sepultar los pensamientos de muerte, como a los mismos muertos. Pero sucede pese a los escapes inconscientes del tema, que para el hombre moderno, los muertos no están jamás en su sitio, siguen en el pensamiento a veces rumiante y melancólico de los sobrevivientes que intentando olvidar a los muertos rechazando el diálogo de la muerte, convierten a los difuntos volviéndolos “más crueles, y sobre todo más presentes” (Thomas, 2017. p. 8).

Una posible explicación a esta negación de la muerte en el hombre moderno occidental es que con su aceptación deba negar en el instante la omnipotencia de la vida. Más allá de que cada individuo experimente su muerte junto a otros, en cuanto a la realidad vivida, la muerte es patrimonio de los seres singularizados y es concebida como un hecho social. Es decir que el acto de morir es una realidad sociocultural. Este hecho despierta en el plano tanto de la conciencia individual como grupal, conjuntos complejos de representaciones tale como imágenes, fantasías colectivas e individuales, sistemas de creencias, valores y simbologías, que generan comportamientos (a modo de actitudes, conductas y ritos), tanto a nivel de masas como en el nivel individual (Thomas, 2017).

Psicológicamente, la muerte es una situación generadora de mucha angustia, miedo y evitación. Innegablemente, esas concepciones y creencias se cuelan y presentifican en la psicoterapia, tanto en su modalidad individual como grupal. A veces por tratarse de un abordaje definido y focalizado sobre la muerte y el trabajo de duelo, otras veces por ser una temática que atraviesa la existencia toda, emergiendo en infinidad de situaciones clínicas y activando angustias muy profundas.






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